Nunca releo mis libros, porque me da miedo.
Aureliano es callado y retraído en su juventud y, más tarde, aguerrido y violento. Imposibilitado para el amor y expresar sus sentimientos. Es el primer niño nacido en Macondo y el hombre más destacado de su generación como guerrero. Pelea con el Duque de Marlborough a su lado. Se dice que posee poderes extraordinarios. Está presente durante casi toda la novela, y es a través de él que se desarrolla el tema de la soledad.
“Promovió treinta y dos levantamientos armados y los perdió todos. Tuvo diecisiete hijos varones de diecisiete mujeres distintas, que fueron exterminados uno tras otro en una solo noche (…) Escapó a catorce atentados, a setenta y tres emboscadas y a un pelotón de fusilamiento (…) Llegó a ser comandante general de las fuerzas revolucionarias, con jurisdicción y mando de una frontera a la otra, y el hombre más temido por el gobierno, pero permitió que le tomaran una fotografía. Declinó la pensión, vitalicia que le ofrecieron después de la guerra y vivió hasta la vejez de los pescaditos de oro que fabricaba en su taller de Macondo”.